La cercanía de San Martín de Valdeiglesias con la provincia de Ávila brinda una magnífica oportunidad de descubrir lugares únicos. Entre ellos, el maravilloso Castañar de El Tiemblo, cuya belleza se potencia con la llegada del otoño. A poca distancia de allí, en el Cerro de Guisando, se encuentra el Monasterio de San Jerónimo de Guisando. Un lugar mágico que presentamos hoy en Hacienda La Coracera.

Descubriendo el Monasterio de San Jerónimo de Guisando

Pocos kilómetros separan San Martín de los famosos Toros de Guisando, una visita obligada en la zona por su importancia histórica. Desde allí se pueden divisar las ruinas de lo que en su día fue uno de los primeros monasterios jerónimos de toda la península.

Orígenes del monasterio

Sus orígenes se remontan al año 1375. Cuenta la historia que por aquel entonces, cuatro monjes eremitas de origen italiano vivían en las cuevas del cerro. Entonces, decidieron reunirse en la cueva más grande, a la que llamaron Cueva de San Jerónimo, también conocida como Cueva de San Patricio o de Belén.

Allí se quedarían durante veinte años, ayudando a los lugareños y sobreviviendo a base de limosnas y de lo que obtenían del campo.  Posteriormente, abandonaron la zona, pero regresaron al sentir la llamada de la Virgen. A su vuelta, recibieron diferentes donaciones, económicas, pero también de casas de labor y terreno, propiedad de Juana Fernández.

Ese fue el lugar escogido para levantar un primer monasterio rural, fundando bajo la advocación jerónima y bajo las órdenes del prior de Nuestra Señora de Sisla, Pedro Fernández Pecha.

Este sería el primer Monasterio de San Jerónimo de Guisando. Sin embargo, tanto el antiguo claustro, como la iglesia, quedaron destruidos por las llamas en el año 1546. Nuevamente, las donaciones harían que erigiesen el segundo monasterio, que se incendió durante la Guerra de la Independencia.

Desde entonces, siguió su actividad como monasterio hasta 1835, pasando posteriormente a la gestión privada.

Ya en 1954 se declaró como Paraje Pintoresco el conjunto formado por el monasterio, sus jardines, las cuevas y la ermita de San Miguel. Asimismo, atesora el título de Bien de Interés Cultural.

El pasado mes de julio, la Comisión de Patrimonio de la Junta de Castilla y León aprobó el proyecto definitivo para mejorar el monasterio. En esta primera fase, se realizarán mejoras en la galería oeste del Claustro de Novicios y en el tejado de la Casa de Legos.

Formas de visitarlo

Actualmente, la única forma de visitarlo es mediante una cita concertada, que bien merece la pena. Mientras duren las obras, habrá algunas zonas del monasterio delimitadas, pero el resto se podrá visitar con normalidad.

Existen dos modalidades de visita guiada. La primera se realiza desde el monumento de los toros de Guisando, con una lanzadera y tiene una duración de dos horas y media. Únicamente se realiza los sábados y domingos, en grupos reducidos de hasta 8 personas.

La segunda es una visita desde el interior de la finca, que dura unas tres horas, de las cuales aproximadamente una y media se está caminando. Es ideal para la gente que le guste caminar por el campo. Ésta se realiza todos los días en grupos de 20 participantes como máximo.

Se puede reservar la visita en la Web del Monasterio.

Lo que aguarda al visitante

Aunque solo fuera para disfrutar de cómo la naturaleza se ha adueñado de las ruinas del Monasterio de San Jerónimo de Guisando, ya merecería la pena acercarse. Pero además, sus diferentes rincones y románticas estampas se vuelven todavía más interesantes gracias a las expertas explicaciones de la visita guiada.

Los jardines románticos

Es lo primero que se encuentra el visitante tras el ascenso por el camino que lleva al monasterio. Fueron diseñados a principios del siglo XX por la marquesa de Castañiza, utilizando partes del claustro del monasterio.

Su nombre no puede ser más adecuado, dada la gran belleza del lugar, en el que también es posible contemplar una alberca.

La iglesia

Del siglo XVI y estilo preherreriano, la iglesia es obra de Pedro de Tolosa. Los arcos y la vegetación, entre la que destaca una hiedra centenaria, hacen de techo para este singular templo que conserva una especial magia entre sus muros.

El claustro

El claustro principal o claustro bajo es de estilo gótico isabelino. Conserva sus arcos y un interior ajardinado de increíble belleza.

Dentro del monasterio también se pueden visitar los restos del claustro de los Novicios o claustro alto.

La Ermita de San Miguel

Para llegar a esta ermita del siglo XVIII es necesario subir al alto del cerro a través de escaleras labradas en la propia roca.

Pero, sin duda, merece la pena, además de por la belleza de la ermita, por las maravillosas vistas del Monasterio de San Jerónimo de Guisando que desde allí se contemplan.

Otros puntos de interés

Además de todo esto, el monasterio cuenta con otros atractivos, como la Casa de Legos, antigua casa de labor de la antigua propietaria del terreno, la cocina y el refectorio.

Visitar el Monasterio de San Jerónimo de Guisando desde San Martín de Valdeiglesias

El Tiemblo está tan cerca de San Martín de Valdeiglesias, que la visita de sus numerosos puntos de interés, como el Monasterio de San Jerónimo de Guisando, los toros de Guisando o su castañar, se convierte en una parada imprescindible para cualquier escapada a nuestra localidad.

Desde Hacienda La Coracera asesoramos a nuestros clientes para que disfruten al máximo de nuestra localidad y sus alrededores. Para ello, disponemos de diferentes experiencias y actividades que se adaptan a perfiles muy variados.

Y para redondear una estancia perfecta, ponemos a su disposición nuestro excelente Restaurante 7 Capillas, donde degustar la estupenda gastronomía de nuestra región.