HACIENDA LA CORACERA
Quiénes somos
Nuestras personas, nuestra pasión…
Nada de lo que hacemos tiene importancia sin las personas que forman parte de Hacienda la Coracera y la pasión que ponen cada día en todo lo que hacen.
Nos sentimos muy orgullosos por ello.

LA HISTORIA
La Hacienda que hoy ocupa La Coracera era un edificio singular utilizado como vivienda de segunda residencia de la burguesía madrileña del siglo XIX, la cuál tuvo su momento de esplendor hace más de 250 años hasta que un día, vencida por el tiempo, tuvo que ser rehabilitada y se puso al uso y disfrute de todos los turistas y vecinos.
Su destino final ha sido un establecimiento turístico con encanto, donde los visitantes pudieran disfrutar de un ambiente íntimo, con todas las comodidades para compartir el tiempo con la familia o los amigos, celebrar eventos sociales, programar encuentros de empresa y, a la vez, degustar las delicias de la cocina tradicional y los buenos vinos cultivados en la zona.
Su primer propietario fue don Enrique Corcuera y Menéndez, gobernador civil de varias provincias, y militante del partido político del conde de Romanones. Su familia también recibía en herencia el castillo de San Martín de Valdeiglesias, que pasó a llamarse con su apellido: castillo de Corcuera y que, como la casa, por un error de transcripción, hoy se denomina La Coracera.
En 1928 sus descendientes pusieron a la venta el castillo y, al finalizar la guerra, se vendió la casa a un vecino de la localidad. A finales del siglo XX fue comprada por la familia Sevillano.
La casa tenía dos plantas, que hemos conservado. La primera era para recibir y en la segunda se accedía a los dormitorios. Contaba también con un bonito jardín, que ya no existe y que hoy está ocupado por bloques de viviendas. Sí se pudo recuperar un agradable patio que esta a disposición de nuestros clientes.

HACIENDA LA CORACERA
La Empresa
El origen de los apartamentos turísticos Hacienda La Coracera está en una antigua hacienda de finales del siglo XIX, que ha sido reformada por completo para ofrecer todo el confort del siglo XXI.
Una intervención profunda nos ha permitido recuperar y respetar al máximo su arquitectura original, a la vez que hemos dotado al edificio de todas las comodidades y la tecnología actual. Nuestra decoración moderna y diferente confiere a La Coracera de una personalidad única, pensada para agradar a los clientes que buscan disfrutar de una estancia tranquila y exclusiva en un entorno medioambiental privilegiado.
