A pocos kilómetros de San Martín de Valdeiglesias se encuentran los famosos toros de Guisando, una excelente manifestación artística de la época pre-romana, de la que se han hecho interesantes descubrimientos recientemente. Hoy desde Hacienda La Coracera recomendamos visitar los toros de Guisando, un lugar mágico donde descubrir un trocito de historia.

Visitar los toros de Guisando, una cita imperdible

Más cerca de nuestra localidad que de El Tiemblo, municipio abulense al que pertenecen, los Toros de Guisando se han convertido en uno de los puntos de interés histórico más importantes en la provincia de Ávila y del centro peninsular.

La talla de estos cuatro verracos, de gran envergadura, se atribuye a los vetones, quienes ocuparon parte de la península a partir del siglo V antes de Cristo. Según los expertos, su datación se centra entre los siglos II y I a.C. Fueron, por tanto, anteriores a los romanos.

Los toros de Guisando son esculturas de grandes dimensiones, que superan los 2,5 metros de largo cada una y el metro de altura. Están talladas en granito, una roca muy presente en la zona y que ha ayudado a su conservación.

En concreto, son cuatro animales cuadrúpedos, cuya forma recuerda a los toros, ya que puede distinguirse la zona de la cornamenta y otros rasgos característicos de este animal.

Las cuatro esculturas se encuentran alineadas, con las cabezas apuntando al Cerro de Guisando, del cual reciben su nombre. Pueden contemplarse completas, ya que la basa queda soterrada, dejando al descubierto la zona de las pezuñas.

También existen varias teorías sobre su posible función. Por un lado, se cree que pudieron erigirse como símbolo protector del ganado, muy importante para el pueblo vetón. Por otro lado, podrían servir para delimitar territorios o como parte de ritos funerarios.

Así mismo, no se sabe con certeza si las esculturas estuvieron siempre juntas y alineadas o si en origen estaban dispersas, para reunirlas más adelante.

Unas inscripciones muy relevantes

Una de las cosas que llaman la atención al visitar los toros de Guisando son las inscripciones que muestran, formadas por letras y símbolos. Dichos símbolos, marcados en las patas traseras, refuerzan la teoría de que se utilizaban para proteger el ganado.

Tras los vetones, el pueblo romano tomó los territorios vetones, romanizándolos e instaurando sus costumbres, como la de levantar monumentos fúnebres o el uso de los cementerios para enterrar a los suyos.

Inscripciones de los toros de Guisando - Hacienda La Coracera

Prueba de ello son algunas de las inscripciones encontradas en dos de los verracos. Hechas o mandadas hacer por Longinos, un vetón romanizado, que dedicó los verracos a la memoria de sus padres.

Hasta hace poco solamente se conocía la dedicada a su padre, pero recientes estudios fotométricos descubrieron una segunda inscripción dedicada a su madre.

De este modo, las esculturas realizadas por los vetones fueron posteriormente aprovechadas por los romanos en sus ritos funerarios.

Siglos más tarde, el lugar fue famoso por la firma del Tratado de los Toros de Guisando, en el que se proclamó a Isabel la Católica princesa de Asturias y se le reconoció como heredera al trono de la Corona de Castilla.

Datos importantes a la hora de planificar la visita

Aunque los toros de Guisando se encuentran al aire libre, están dentro de un recinto cercado, cuyo acceso está regulado.

Actualmente, únicamente se puede visitar los sábados, domingos y festivos de todo el año, además de los tres primeros miércoles de cada mes. Los viernes abre únicamente por la mañana. Cierra los días 24, 25 y 31 de diciembre y el 1 de enero.

En verano, entre el 15 de abril y el 15 de octubre, está abierto de 10 a 14 h y de 15 a 21h. Mientras tanto, el resto del año, mantiene el horario de mañana, pero por la tarde abre únicamente entre las 15 h y las 18h.

No obstante, se pueden concertar visitas extraordinarias fuera de este horario.

El coste de la entrada es de 2 € por persona, aunque los menores de 14 años pueden acceder de forma gratuita si van acompañados de una persona mayor de edad.

Finalmente, la visita es gratuita durante el primer viernes de cada mes y también los tres primeros miércoles del mes.

Visitar los toros de Guisando desde San Martín de Valdeiglesias

Sin lugar a dudas, una de las visitas estrella de los alrededores de San Martín de Valdeiglesias son los toros de Guisando.

Por su cercanía, su originalidad y por la importancia histórica del emplazamiento, es un lugar muy recomendable, tanto para adultos como para niños. Se puede llegar fácilmente en coche, o siguiendo la Ruta de los toros de Guisando.

Tras visitar los toros de Guisando, es también interesante acercarse al Monasterio de San Jerónimo de Guisando para conocer las ruinas que esconden increíbles rincones.

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