Uno de los símbolos más reconocibles de San Martín de Valdeiglesias es, sin duda, el Castillo de La Coracera. Sin embargo, tiempo atrás hubo otro castillo en nuestro término municipal, que no todo el mundo conoce. Se trata del Castillo de Navarredonda, del que hablamos hoy en el blog de Hacienda La Coracera.
Descubriendo el Castillo de Navarredonda en San Martín de Valdeiglesias
Hasta hace poco más de una década, el de La Coracera era el único castillo asociado a nuestra villa. Pero todo cambió en 2011, cuando el análisis de unas fotografías aéreas antiguas de la zona del paraje conocido como El Torrejón, reveló una estructura que parecía ser la planta de una posible fortaleza.
Las citadas tomas aéreas fueron realizadas en 1956 y 1975 por el programa Nomecalles, perteneciente al Instituto de Estadística de la Comunidad de Madrid. Y, unas cuantas décadas después, motivaron el comienzo de una interesante investigación.
Las únicas referencias que se tenían sobre dicha estructura, aparecen en un estudio sobre los asentamientos medievales de la región, llevado a cabo por el arqueólogo Sergio Martínez Lillo. En él, se describían diferentes restos constructivos, como el paredón de la iglesia. A pocos metros, hablaba sobre la cimentación de una estructura de planta cuadrada de dieciséis metros de lado, con lo que parecían las bases de dos torres también cuadrangulares.
El análisis realizado, junto a las referencias arqueológicas, incitaron a investigar más sobre el posible castillo de Navarredonda.
Para comenzar, la Carta Arqueológica de San Martín de Valdeiglesias, datada de 1989, reflejó que justamente donde se encontraron los restos de la estructura, hubo en la época medieval una aldea conocida como Navarredonda, que quedaría totalmente despoblada en el siglo XVIII. Actualmente, de la aldea solo queda en pie el fragmento del muro de la iglesia.
Así, tras consultar dicha carta arqueológica, en noviembre de 2011 se realizó una visita a la zona, para valorar de la mano de expertos en Patrimonio Histórico, los posibles vestigios encontrados.
El arqueólogo de la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid, Francisco Javier Pastor Muñoz, identificó los restos como una fortaleza medieval. Posteriormente, en colaboración con la historiadora María Jesús Adán Poza, encargada del estudio documental, publicó dos importantes artículos al respecto.
Cómo pudo ser la fortaleza
La aldea medieval de Navarredonda se encontraba en un paraje a unos cinco kilómetros de San Martín de Valdeiglesias y unos cuatro de Cadalso de los Vidrios, prácticamente lindando con la provincia de Ávila y con los famosos toros de Guisando. Perteneciente al término municipal de San Martín, la finca donde se encontró forma parte actualmente de una propiedad privada.
Analizando sobre terreno, la fortaleza gozaría de una elevación que le otorgaba una situación estratégica para controlar diferentes vías de acceso a la zona.
Al parecer, tal y como había descrito Martínez Lillo, el Castillo de Navarredonda debió estar compuesto por un recinto principal de forma cuadrada.
Gracias a las fotografías aéreas y a los estudios de campo, se pudo determinar que el castillo contaría con una planta de unos 20 metros de lado. Así, se constataba que no era una simple estructura, sino una edificación relevante de tamaño similar al magníficamente conservado Castillo de la Coracera.
Posiblemente, el castillo contaba con torreones en sus cuatro esquinas, aunque solamente hay pruebas concisas de dos de ellos. Uno era más grande que el otro, pudiendo ser la torre del homenaje. Éstos, de estructura maciza, estaban unidos por una muralla de unos 16 metros de longitud.
Del muro que formaba el recinto principal existen menos evidencias. No obstante, se intuye que contaba con un grosor de 2 metros y que estaba formado por varias hileras de sillares. Algunos de ellos se apoyaban sobre salientes rocosos de la zona.
Analizando la estructura de los restos, se pudo ver que las piedras utilizadas para su construcción quedaron esparcidas por el terreno. Esto hace pensar que fue un castillo que no se llegó a terminar. Posteriormente, los sillares pudieron ser utilizados a modo de cantera, para levantar otras edificaciones.
Quién ordenó levantar el Castillo de Navarredonda
Finalmente, aunque no hay certeza sobre ello, se cree que el castillo pudo levantarse a comienzos del siglo XIV. Quizá fue el infante don Juan Manuel quien ordenó su construcción, pues poseía numerosos castillos entre la localidad alicantina de Villena y la provincia de Toledo. Desde ellos, controlaba y defendía sus extensos territorios.
Conocer San Martín de Valdeiglesias con Hacienda La Coracera
La inmejorable situación de la villa de San Martín de Valdeiglesias, le permite ofrecer al visitante interesantes atractivos. Entre ellos, los a veces desconocidos lugares históricos, así como una amplia variedad de recursos naturales, deportivos y enogastronómicos.
Por todo ello, San Martín es el destino ideal para cualquier escapada en familia, en pareja o con amigos.
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