El nombre de San Martín de Valdeiglesias nos da una pista sobre la cantidad de edificios religiosos que salpicaban el conocido como Valle de las Iglesias. La gran mayoría de la arquitectura religiosa se concentra en el casco histórico. Sin embargo, en los alrededores resisten al paso del tiempo algunas de las ermitas de la zona. Hoy en Hacienda La Coracera nos centramos en la Ermita de la Sangre, que esconde mucha historia detrás de este llamativo nombre.

Conociendo la Ermita de la Sangre en San Martín de Valdeiglesias

A escasos 800 metros al sureste de San Martín se encuentra la Ermita de la Sangre.

Aunque no se sabe con exactitud la fecha en la que se construyó, se estima que pudo ser entre los siglos XIII y XV. Aunque sus formas simples no evidencian un estilo arquitectónico definido, se sitúa en esas fechas por las referencias a la iglesia de la Sangre que aparece en diferentes libros del Archivo Parroquial de San Martín. En ellos se recogen las ordenanzas de la Cofradía de la Muy Preçiosa Sangre de Nuestro Señor Ihesu Christo de la villa de San Martín de Valdeiglesias, formada por cofrades y cofradas, fundada en 1405 y que luego se conocería simplemente como Cofradía de la Sangre.

Debido a algunas de sus características más notorias, la ermita podría encuadrarse dentro del estilo gótico tardío o gótico pre-Isabelino. Se trata de un templo de una sola nave con ábside poligonal de tres lados, con un aspecto macizo otorgado por sus muros de sillares de granito y sus robustos contrafuertes.

Cuenta con pequeñas ventanas abocinadas, una cubierta con teja cerámica curva y su cornisa está rematada con una decoración isabelina simple de bolas graníticas. Algunas de ellas se han perdido, al haber sido sustituidas por sujeciones cementadas. La misma suerte ha corrido la fachada principal, en la que la piedra de granito ha sido cubierta por una capa de enfoscado blanco.

En su interior alberga un prebisterio de reducidas dimensiones con bóveda de crucería de medio punto con terceletes, que visitan numerosos peregrinos del Camino de Santiago.

De dónde procede su nombre

Aunque su construcción fue anterior, el nombre de La Sangre se asoció a la ermita en el siglo XVI. Por aquel entonces, durante el reinado de Enrique IV, a las puertas de la ermita tuvieron lugar duros enfrentamientos entre los ciudadanos de San Martín y las tropas del Duque del Infantado (Don Diego Hurtado de Mendoza), quien finalmente se hizo con el mando de la Villa.

Sin duda, merece la pena visitar la Ermita de la Sangre para conocer un pedacito de nuestra historia. Además, desde allí parte la senda del Canto del Guarro y es el lugar ideal para iniciar la ruta de la antigua Vía del Tren.

Desde Hacienda La Coracera ofrecemos el alojamiento ideal para conocer la Ermita de la Sangre y los demás tesoros que ofrece San Martín de Valdeiglesias. Además, ofrecemos a nuestros clientes la mejor gastronomía y les asesoramos sobre todo lo que pueden hacer y conocer durante su estancia en nuestra localidad.