Una de las ventajas que ofrece San Martín de Valdeiglesias al visitante es su maravillosa situación geográfica. A un paso de las provincias de Ávila y Toledo, y en plena Sierra Oeste de Madrid, es el punto de partida perfecto para conocer numerosos atractivos culturales y naturales. Hoy, desde Hacienda La Coracera hablamos de la Senda de las Lagunillas, una excelente oportunidad de disfrutar de la naturaleza.

Descubriendo la Senda de las Lagunillas

A las afueras de Chapinería, a poco más de 20 kilómetros de San Martín de Valdeiglesias, se encuentra el Centro de Educación Ambiental El Águila.

Este centro de referencia dispone de una interesante exposición permanente sobre el águila imperial. Además, su magnífico mirador permite deleitarse con la panorámica del paisaje que lo rodea. Desde allí, y con un poco de suerte, es posible divisar las diferentes rapaces que anidan por la región.

El centro organiza exposiciones, talleres y visitas a lo largo de todo el año. De hecho, desde allí parten diferentes rutas, como la de las Lagunillas.

Preparando el recorrido

La Senda de las Lagunillas es un itinerario circular que debe su nombre a las zonas donde se acumula el agua para el abastecimiento del ganado de la zona.

Consta de algo menos de 5 kilómetros y se encuentra perfectamente señalizada, a través de flechas direccionales y balizas, por lo que es fácil de seguir. Esto, sumado a que no presenta excesiva inclinación, la convierte en una opción ideal para toda la familia.

Aunque se puede recorrer durante todo el año, es preferible evitar los días más cálidos de verano y los más fríos del invierno. Por lo tanto, las épocas ideales son la primavera, época de reproducción de la fauna, y el otoño, con su precioso abanico cromático.

Cabe recordar la importancia de no apartarse del sendero señalizado, ya que transcurre por una zona ZEPA (Zona de Especial Protección de Aves), y podría alterarse el hábitat.

Es interesante saber que cuenta con un tramo en el que se han implementado diferentes adaptaciones para personas con discapacidad visual. Allí se ha mejorado el camino y se ha incluido una soga guía, que junto al emisor bluetooth que permite descargar recursos audiovisuales de la ruta, proporciona una experiencia inmersiva para todos los participantes.

Qué esperar de la ruta

La Senda de las Lagunillas discurre entre dehesas de encinas, enebros, cornicabras y antiguos olivares, bajo un cielo en el que las majestuosas aves planean a sus anchas. Buen ejemplo de ellos son el águila imperial, el buitre negro y la cigüeña negra. ¡Importante no olvidarse los prismáticos!

Por otro lado, a lo largo del camino hay diferentes carteles y paneles informativos, que facilitan el disfrute de la ruta. Entre ellos, los presentes en los miradores, que permiten interpretar la panorámica que se presenta ante los ojos. Otros, sorprenden al visitante con inspiradoras citas, que animan a seguir descubriendo la ruta.

Y, cómo no, las protagonistas de la senda, las lagunillas, que hacen acto de presencia a mitad del recorrido, a excepción del verano, en el que pueden estar secas.

Sin detenerse en exceso, la Senda de las Lagunillas puede realizarse en unas dos horas.

Disfrutar de la Senda de las Lagunillas con Hacienda La Coracera

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