No todo el mundo sabe que muy cerquita de San Martín de Valdeiglesias se esconde el monasterio más antiguo de la Comunidad de Madrid. O mejor dicho, lo que queda de él. Hoy en Hacienda la Coracera hablamos de esta joya desconocida: el Monasterio Santa María La Real de Valdeiglesias.

El monasterio se encuentra en el término municipal de Pelayos de la Presa y también se le conoce como Monasterio de Santa María de Valdeiglesias o Monasterio de Pelayos.

Conociendo el Monasterio Santa María La Real de Valdeiglesias

Según los historiadores, el origen del monasterio se remonta a la época de los reyes visigodos. Entre el año 702 y el 710, el noble Teodomiro decidió retirarse al Valle de las Iglesias para llevar una vida religiosa y eremítica. Allí formó parte de una comunidad benedictina con 12 ermitaños y un Abad que la regía.

El Valle de las Iglesias fue conquistado en 1.085 por Alfonso VI, el entonces Rey de León. Más tarde, el 30 de noviembre del año 1.150, Alfonso VII otorgó el Privilegio Real de fundación a los monjes eremitas del valle.

En ese momento se fundó el Monasterio de Valdeiglesias, que agrupaba a todos los eremitorios en uno solo, el de la Santa Cruz, formado por una única comunidad benedictina al mando del Abad Guillermo. Poco después, en 1.177 el monasterio pasó a formar parte de la Orden del Císter.

Desde 1.485, cuando se incorporó a la Regular Observancia de Castilla, hasta 1.835 con la popular desamortización de Mendizábal, el monasterio pasó épocas de bonanza y otras de gran pobreza. La desamortización desencadenó el desalojo del Monasterio Santa María La Real de Valdeiglesias, incautando también sus propiedades.

A partir de entonces, el monasterio cayó en el abandono y en manos de los amigos de lo ajeno, que expoliaron cuanto pudieron del mismo.

La suerte del monasterio cambió en 1.974, cuando el arquitecto madrileño Mariano García Benito adquirió sus ruinas con el fin de proteger el monumento. El 23 de noviembre de 1.983 fue declarado BIC (Bien de Interés Cultural).

En el año 2.004, su propietario donó de manera gratuita el monasterio al pueblo de Pelayos de la Presa. Su única condición era que el municipio crease una fundación para protegerlo, restaurarlo, conservarlo y promocionarlo. Así nació la Fundación Monasterio Santa María La Real de Valdeiglesias.

Un tesoro arquitectónico

La larga historia del monasterio se ve reflejada en los diferentes estilos arquitectónicos que en él se pueden apreciar.

Por un lado, el ábside y la nave de la iglesia, así como diferentes muros del monasterio nos recuerdan su origen románico.

Por otro lado, la reforma efectuada entre finales del S. XV y el S. XVI, deja como evidencia claras muestras del estilo gótico isabelino de la época. Los cambios más notorios se realizaron en la iglesia, sacristía, la sala capitular, el claustro y el refectorio.

Más adelante, la bonanza económica de finales del S XVI y principios del XVII propició la acometida de una ampliación y remodelación del monasterio en estilo renacentista escurialense.

Por último, el estilo barroco se puede apreciar claramente en el diseño de la fachada de la iglesia conventual.

Una visita que merece la pena

Además de toda la historia que hay entre sus muros, el entorno natural donde se encuentra el monasterio lo convierte casi una visita obligada en la zona.

Curiosamente, en los últimos tiempos ha ganado popularidad gracias a la serie de producción española Estoy vivo, ya que numerosas escenas se rodaron en el Monasterio Santa María La Real de Valdeiglesias.

En Hacienda la Coracera contamos con la ubicación e instalaciones perfectas para conocer el monasterio y todos los puntos de interés cercanos a San Martín de Valdeiglesias.